Mito: Engreído sin ojos

Engreído sin ojos 

Cuenta la mitología griega que hace muchos siglos, existía un gran romance entre Alaia, una diosa muy hermosa, era tan bella como una gardenia única en esos tiempos; y el dios Zaziel, un hombre muy atractivo y poderoso, pero arrogante al tratarse de la belleza. Esa pareja de dioses fue la primera en coincidir un hijo antes del matrimonio; lo que estaba puesto en aquellos tiempos como una maldición. Pasaron días, semanas y meses, Alaia estaba por dar a luz; cuando una hechicera la visito, dijo ser amiga cercana de Zaziel y la dejaron pasar. Cuando entro a esa gran habitación protegida, con luces tenues como atardecer, le advirtió a la diosa que su hijo seria "Inigualable y único en el cielo", "Su hijo sera un experimento doloroso de su padre", la hechicera le dijo que mejor abandonara a Zaziel si prefería la vida entera de su hijo; la diosa Alaia confundida y asustada pidió que saquen a dicha hechicera.
Pasaron los días y Alaia dio a luz, pero; ese hijo no era lo que Zaziel esperaba, era un niño con ojos negros, cabello rojo, y cuerpo mas pequeño que lo normal. Zaziel al ver ésto busco a cada una de las brujas y hechiceras mas poderosas que existían para que ayudaran a cambiar el aspecto de su hijo; que tenga ojos claros como los de su madre y cabello como el del padre, que sea mas grande y mas parecido al padre. Alaia al ver lo que el padre quería hacer trato de impedirlo y huir de ese reino; no logró nada, pues la descubrieron escapándose de el lugar con el niño en brazos. Zaziel mandó a encerrar a Alaia a los calabazos del reino, para que él pueda seguir buscando el aspecto perfecto de su hijo, hicieron pociones de flores de lavanda, orquídias, plantas verdes y rosas; cada flor que había en el reino para poder cambiar el color de ojos negros de su hijo.
Después de llantos y lastimadas lo lograron, una bruja cambio sus ojos con una fuerte poción, eran miel pero verde, que al dar la luz del sol quedaban morados y al anochecer azules. La única condición fue que si quería ese color de ojos para su hijo, el niño perdería la vista; el niño tendría toda la belleza que el padre deseo,, pero quedaría en la oscuridad, ciego. Zaziel no lo pensó y solo acepto la condición.